La mujer embarazada
A varias leguas de São Paulo, en uma hacienda, una mujer gravemente enferma en delicado parto, clamaba por Fray Galvão. Su marido acudió al Monasterio de la Luz buscando al fraile, que estaba, entre tanto, de viaje hacia Rio de Janeiro. Cuando regresó a la hacienda se sorprendió al encontrar a su mujer libre ya de todo peligro y llena de agradecimiento con Fray Galvão que, durante la noche, la escuchó en confesión, bendiciendo en seguida el agua que ella bebió, lo que fue suficiente para que su estado se normalizara. El hombre partió a Rio de Janeiro para agradecer al fraile. Allá le dijeron que "Fray Galvão no salío de aqui".
Interrogado al respecto, Fray Galvão respondió: "Cómo sucedió, no lo sé; pero la verdad es que en aquella noche yo estuve allá".