El pollo del diablo
Vivía en Itu um esclavo liberto que, estando enfermo, hizo promesa de llevar "un bastón de pollos", a Fray Galvão si recuperaba la salud, lo que realmente ocurrió. Por esa razón, amarrando las aves a um bastón, emprendió el camino. Sucedió que a mitad de la jornada se le escaparon tres pollos. A dos de ellos los recuperó fácilmente, pero el tercero, que era hembra, huyó velozmente, irritando al viejo que impaciente gritó: "Vuelve, pollo del diablo!". En ese instante, entrando en un rincón lleno de espinos, el pollo se dejó atrapar.
Por fin llegó el liberto y fue a entregar alegremente su regalo al fraile, quien aceptó todas las aves, menos la gallina, "porque ese pollo - dijo - ya lo destinaste al diablo!".