Los fieles y la lluvia
Sucedió en Guaratinguetá. Quando Fray Galvão apenas iniciaba su sermón, se formó una grande tempestad. Al ver que la tormenta estallaba muchos fieles pensaron en retirarse. Fray Galvão, leyendo sus pensamientos, les dijo que se quedaran, puesto que allí nada les pasaría. Así fue realmente, la tempestad que destruyó la ciudad de cayó sobre la Plaza de la Parroquia, donde todos "pudieron terminar de escuchar la predicación que, como siempre, produjo grandes frutos en las almas".